Aliento.
Y ahí,los papeles
en blanco,
esperando
ser ragados
por el lápiz
que enturbia
sus caras,
que escribe
mis penas,
que alegra
mi vida.
Y en el aire
el humo bobo
me mira
furtivamente
desde las alturas
cohibiendo
pensamientos
prohibidos
que inspiraban
los versos
que trajeron
tus besos.
Y en mi pecho
un tintineo
que va lento
y marca
los segundos
del reloj
y que espera
acelerarse
con la llegada
de un leve,
suspiro
de tu voz.
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