Da igual que la noche
fuera oscura,
que la piel con la que roce
fuera fría,
que, sin querer, me desabroche
el alma
y la encuentre paseando
por mis días.
La vi entre humo y desentonando,
como verso libre,
sólo la miraba desde abajo
- y entretanto -
ya se había transformado
en poesía.
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