No sé cuánto tiempo habré perdido
en encontrarme entre ríos de tinta
cada noche y no perderme
en cada desvío del camino.
No sé cuánta sangre habré perdido
buscando el olor de una flor extinta
que consiga que quiera quemarme
y que llene con más vacío mi vacío.
No sé cuántas veces la habré perdido
por nadar entre clavos buscando un isla
que, quizás, consiga enseñarme
a discernir entre lo que no quiero
y lo prohibido.
miércoles, 30 de octubre de 2013
domingo, 20 de octubre de 2013
Cada noche.
Cada noche eres
un rayo y un relámpago
un mar en calma,
viento de inspiraciones
dionisíacas
y corriente de pretensiones
ilícitas
sobre mi cama.
Mi manantial,
onírico,
de siluetas
bajo las sábanas
y miradas afrodisíacas.
Cada noche dejas
que nade
en las aguas
pantanosas
de tu esencia,
adentrándome
desde la puerta
cristalina
de tus pupilas.
Y ahora, desnuda,
mientras duermes,
suspira,
y crea un melodía
tan profunda
que al rozarme
me rasgue el alma,
tan fuerte,
que haga
que nos sintamos
vulnerables
para siempre.
un rayo y un relámpago
un mar en calma,
viento de inspiraciones
dionisíacas
y corriente de pretensiones
ilícitas
sobre mi cama.
Mi manantial,
onírico,
de siluetas
bajo las sábanas
y miradas afrodisíacas.
Cada noche dejas
que nade
en las aguas
pantanosas
de tu esencia,
adentrándome
desde la puerta
cristalina
de tus pupilas.
Y ahora, desnuda,
mientras duermes,
suspira,
y crea un melodía
tan profunda
que al rozarme
me rasgue el alma,
tan fuerte,
que haga
que nos sintamos
vulnerables
para siempre.
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