martes, 20 de octubre de 2015

Gracias.

Gracias por venir, y por irte,
por dejar mi almohada
impregnada de olor
a ayer, antes de ayer,
y al mes pasado.

Gracias, por no aceptar
la ofrenda de mi vida,
por arroparte en otras sábanas
por amarme a escondidas,
y por dejar mi habitación
gris, inmensa y vacía.
Supongo que no tienes
nada que ofrecerme,
si has rechazado
mis manos, mis palabras
y mis labios.

Supongo que sólo
puedo decirte:
"Adiós, y ahí
te dejo mi corazón...
por si te quedas sin
cambio".

No hay comentarios:

Publicar un comentario